viernes, junio 20, 2008

Informe Quiral 2007

Esta semana se ha presentado el Informe Quiral 2007, del que ya hemos hablado anteriormente. Se trata de un proyecto que cada año realiza el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universitat Pompeu Fabra, en colaboración con la Fundació Vila Casas. Analiza las noticias médicas y sanitarias aparecidas en los 5 diarios españoles de mayor difusión: El periódico, El País, La Vanguardia, El Mundo y ABC. El objetivo es reflexionar sobre el papel que juegan los medios de comunicación en la información sobre salud que reciben los pacientes y sus familiares.

En 2007, se han tratado diversos temas sanitarios: la ley del alcohol, la eutanasia, la lipoatrofia muscular, la polémica sobre programas de televisión que regalaban tratamientos de cirugía plástica, el dopaje, la vacuna del virus del papiloma humano...

Este estudio es una buena forma de comprobar, una vez más, como una misma noticia es tratada desde puntos de vista diferentes según el periodista y el medio que la recoja. De ahí el nombre del informe, Quiral, en honor a esas las visiones quiralizadas. Podéis descargar el Informe Quiral en pdf.

2 comentarios:

Senior Manager dijo...

Tal vez deban ir pensando en ampliar el abanico de fuentes y empezar a comentar sobre noticias encontradas en fuentes formales (fiables) de Internet. No sé si será una labor titánica, pero tomar información únicamente de lso diarios podría parecer sesgado.
Saludos y Bona Revetlla!!!
SM

Anónimo dijo...

¿La eutanasia? Una solución anticuada


En estos momentos en los que el PSOE ha relanzado el debate sobre el aborto y la eutanasia y pretende que sean aprobados en su próximo congreso me parece interesante considerar el siguiente escrito.

Hace unos meses leí un artículo que la profesora de filosofía, Corine Pellucnon, publicaba en "Le Monde", en el articulo examinaba los argumentos a favor de legalizar la eutanasia y descubría en el fondo de ellos una idea insostenible de autonomía individual.
La autora que comento, recordaba que hoy la ley ofrece "soluciones concretas al miedo a morir en condiciones degradantes y con sufrimiento". Se refiere a la ley sobre el fin de la vida aprobada en Francia hace tres años, que permite al enfermo rehusar tratamientos desproporcionados y fomenta los cuidados paliativos.

Entonces, ¿qué motivo hay para legalizar la eutanasia? "¿Se puede admitir que la sociedad asigne a los médicos el cometido de matar a un paciente y que la administración de la muerte esté prevista por ley?".

Eso, señalaba Pelluchon, trastornaría la misión de los médicos. "No sólo el acto de matar es incompatible con el deber de no hacer daño: además, el hecho de asociarlo a la atención médica minaría la confianza de las familias en los encargados de cuidar a sus enfermos".

La eutanasia legalizada afectaría también a la consideración social de los enfermos. "¿Cómo se puede conciliar los esfuerzos que se hacen para integrar a quienes la enfermedad, la edad o la diferencia excluyen de la vida social, y una reivindicación que viene a decir que la solución al sufrimiento es la muerte?".

En el caso concreto del suicidio asistido, "legalizarlo implicaría el reconocimiento, por parte de la sociedad, de que el suicidio es una salida legitima y natural al sufrimiento. Esta trivialización del suicidio va en contra del coraje y de los valores de solidaridad que nos inculcan en la escuela y en el seno de la familia".

Pero el núcleo de la cuestión está en el modo de entender la autonomía, como muestra más claramente el caso de la eutanasia voluntaria. "¿Equivale la autonomía al derecho de hacer lo que queramos a cualquier precio, o sea obligando a los médicos y a la sociedad a otorgar reconocimiento a un acto contrario a sus valores? (...) Tal interpretación no es fiel a los derechos humanos".

En cambio, los contrarios a la eutanasia "sostienen que la preocupación por el bien común exige poner límites a una reivindicación individual que, si se reconociera por ley, daría paso a un derecho a la muerte incompatible con las fuentes morales de la democracia". Estos, conscientes de la función simbólica que tienen las leyes, "se niegan a convertir la justicia en un calco de meros deseos individuales".

Las leyes, concluía por tanto Pelluchon, no pueden ir sin más a remolque de los problemas que plantean las innovaciones técnicas: la referencia expresa a los valores es imprescindible para elaborar una ley sabia. Por eso, "ahora que en Holanda, pacientes y médicos se declaran más favorables a los cuidados paliativos que a la eutanasia, cabe esperar que lo que ayer se presentó como un avance, acabe siendo visto como una solución anticuada". Piensen un poco más Srs. del PSOE.