
Puede parecer un tanto extraño, así, de entrada. Pero si se analiza, tiene sentido. Dice Segura que “todos deberíamos ser conscientes de que entre dos personas que hablan, el 50% de la comunicación se cifra en gestualidad, el 30% en voz… ¡y sólo el 20% en el contenido de lo que se dice!”. Por eso, considera que las técnicas de interpretación deberían “ser una disciplina fija en las escuelas de negocios”. Al contrario de lo que muchos creíamos hasta ahora, para vender un producto no basta con creer en él.
Y un último consejo: ser breve. “Es preferible dejar cosas en el aire, dejar margen a la imaginación del otro”. Ya lo decía Voltaire: “esfuérzate más en ser interesante que exacto, pues el espectador lo perdona todo menos el sopor”.
Segura acaba de publicar el libro ¡A escena!, donde habla largo y tendido de la relación entre teatro y comunicación empresarial. Nota en La Vanguardia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario